RÉGIMEN MONOMETALISTA Supongamos que, en dos países, por ejemplo, Holanda y Gran Bretaña, los ciudadanos quieren ser pagados en oro. Como no resulta cómodo estar pesando gramos o miligramos, ambos Estados acuñan unas monedas de oro cuyo peso está garantizado: el soberano (7,988 g de oro fino), en Inglaterra, y el florín (6,72 g de oro fino), en Holanda. Otras monedas más pequeñas pueden ser previstas, eventualmente, para completar las cantidades.