CARACTERES GENERALES espículas de esponja. Las espículas constituyen el “esqueleto” de la esponja. En los mares, y más raramente en las aguas dulces, se encuentran los metazoos más simples: las esponjas o poríferos, de tamaño muy variable (existen especies gigantes de 1 m de diámetro). Las esponjas se presentan con aspecto de pólipo; es decir, como una especie de saco fijado sobre un soporte marino. La cavidad interior comunica con el exterior a través de un orificio bastante ancho: el ósculum; las paredes del pólipo están atravesadas por perforaciones llamadas poros. El agua que transporta los alimentos de la esponja penetra por estos poros hacia la cavidad interior. El ósculum es, por tanto, un orificio de evacuación: cumple funciones de ano. Sujeta a un sustrato, la esponja no se mueve mucho; sólo se contrae, se dilata y abre o cierra su ósculum. Por esta razón, hasta el siglo XIX se planteó la cuestión de si las esponjas pertenecían al reino vegetal o al animal.